Cada vez tengo más dudas que eso que se dice "casualidad" sea SOLO aquello que se define como el cúmulo de hechos o circunstancias imprevistas y la especial coincidencia con dos o más sucesos.
Sin duda, a veces, surgen hechos que son casi sincrónicos con un momento, un estado de ánimo, una coyuntura o una circunstancia. Todo lo que se envuelve en ese instante parece ser concurrente con esa época eventual. Y esta argumentación se puede relacionar tanto con una etapa de alegría como en esos periodos de incertidumbre o inquietud que todos cíclicamente vivimos.
Hace solo unos días leí un twitter del compañero periodista Francesc Arabí que escribió: “Si vols saber quants amics tens has de baixar a l’infern. Si vols saber quants paràsits tens has de tocar el cel”.
A esa reflexión de la matinal de un sábado añadí, con su permiso un: “y si quieres saber cuántos depredadores te acechan, solo han de sentirte “débil”.
¿Cuántos de nosotros hemos vivido esas situaciones? Seguro que la mayoría hemos hecho limpieza de agenda en esas etapas de infierno o de cielo y hemos salido heridos. Ahora, es una ventaja que te ofrece la experiencia de acumular años poder percibir con nitidez quienes son “ell@s”: los amigos, los parásitos y los depredadores (alguna ventaja tiene que tener acumular edad), aunque siga doliendo cuando sientes la magulladura.
El otoño suele ser una de esas épocas de sacudidas. La proximidad de la caída de la hoja, a veces, supone en demasía recoger cosechas que no han florecido como imaginabas o contemplar veredas envueltas de brotes de gérmenes sembrados con semillas nocivas.
El inicio del curso, la rapidez con que llega la oscuridad parece que aviva el florecimiento de esas simientes dañinas que en el verano parecen más diluidas.
Ante ello, en esas etapas siempre están aquellos con quien implícitamente “hicimos un trato”, esa voz que te indica que “puedes contar conmigo”.
Son ell@s a quienes dedicó un poema quien hoy hubiera cumplido 100 años, el poeta, escritor, dramaturgo y periodista Mario Benedetti en “Hagamos un trato”.
Hoy entre su amplia obra, por eso de las “casualidades”, me ha emocionado escuchar este poema…porque, a pesar de….es un privilegio escuchar esa emocionada melodía de “puedes contar conmigo”, para enredarte en verdad, bondad, generosidad, amor y estima y no en toxicidad o ponzoña.
